Olalah, este blog me da un poco de pereza… Probablemente se deba al calor sin sol, que hace que apetezca más darse un atracón de helado delante de la tele que encender el horno y hacer pasteles. También estoy aprovechando mi última semana antes de volver al trabajo para ordenar mi apartamento (¡sí, cuando todo el mundo se va de vacaciones, yo vuelvo al trabajo!), pero vuelvo de nuevo con una receta sabrosa pero fresca de tarta de queso helada.
Sigo en mi fase sin hornear (y ésta será la ocasión de anunciar el ganador del libro) y quería probar esta receta, que elimina la crema de queso del congelador. Bueno, técnicamente la tarta no es completamente sin hornear, ya que hay que cocer la base de galleta con la mantequilla durante 10 minutos, pero comparada con las recetas que recomiendan cocer la crema a fuego lento durante 2 horas, ésta puede considerarse una tarta de queso sin hornear.
Conseguí la receta de«The Happy Cooking Friends», que a su vez se inspiraron en la tarta de queso Selva Negra de Jamie Oliver. Seguí la receta de Girlycooker al pie de la letra (excepto que utilicé galletas para la base) e hice también la receta de David Lebovitz para una salsa de chocolate que no cuaja. Es todo un descubrimiento, pero las proporciones eran enormes para cubrir mis 6 mini tartas de queso (si la haces, puedes dividir las cantidades por 2 o incluso por 3). Congelé el resto y pareció funcionar, creo que el mejor plan para la próxima vez sería congelarla en cubiteras y sacar uno o dos cubitos para acompañar los helados…
Disfrutamos de estas tartas de queso con mis amigos delante del partido de cuartos de final de la selección francesa y se acabaron en un santiamén. ¡El resultado es súper delicioso! A pesar de todo, prefiero la receta original de tarta de queso. Quizá sea mi lado normando, pero me gusta el toque ácido del queso fresco de la receta original, que aquí eché de menos. A mis amigos, en cambio, les encantó, así que si como a Girlycooker no te gusta la tarta de queso en general (o te gusta pero quieres un cambio), opta por esta receta, ¡menos típica y llena de sabor!
No hay nada demasiado complicado en cómo hacer esta tarta de queso helada. Empieza por la base, derritiendo la mantequilla y mezclándola con las galletas rotas. Mételo bien en un molde desmontable (versión grande) o en círculos individuales y cuécelo en el horno durante 10 minutos (ten cuidado si haces una versión familiar, ya que es muy difícil sacarlo del molde, así que no olvides el papel de hornear). Para la crema, bate las yemas con el azúcar, añade las claras batidas a punto de nieve, la nata montada y el queso crema batido (son las claras y la nata montada las que le dan esa textura aireada que diluye un poco el sabor del queso) y, si quieres, añade las virutas de chocolate. Ya sólo queda rellenar el molde o los círculos forrados con la base de galleta, y congelar durante al menos 4 horas.
Lo único que tienes que hacer es sacar la(s) mini tarta(s) de queso helada(s) media hora antes de comerla(s) y desmoldarla(s) con un soplete (o simplemente retirando el borde si utilizas moldes con bisagras). La verdad es que esto me pareció un poco incómodo. Realmente tienes que calcular con cuidado, porque con la versión pequeña, el pastel se calienta muy rápidamente (demasiado tarde se congela, demasiado pronto se derrite…). Me pareció menos práctico que la receta clásica, que se puede sacar en cualquier momento y no sufre por el retraso.
A pesar de todo, esta receta me pareció un cambio realmente agradable y puede que vuelva a hacer una versión con chocolate.
Y antes de que encuentres la receta para imprimir, déjame decirte… redoble de tambores’… ¡que Yaëlle H ha sido sorteada para recibir «Gâteau sans cuisson» de Marabout! Bien hecho Yaëlle, ¡podrás volver a probar la nata montada y preparar a mamá una buena tarta After Eight para celebrarlo!
Y para el resto de vosotros, ¡podéis comprar el libro por 7,99 euros!

Tarta de queso helada estilo Stracciatella
Ingredientes
Base
- 75 g mantequilla dulce
- 300 g de galletas de chocolate (galletas de chocolate para mí)
Pastelero
- 250 g azúcar extrafino
- 6 huevos
- 400 mL ml de nata líquida
- 560 g queso crema
- 1 cucharada extracto de vainilla
- 150 g virutas de chocolate negro o con leche (He licuado una barrita en un robot de cocina)
Salsa de chocolate que no se solidifica
- 250 mL agua
- 100 g azúcar extrafino
- 160 g de glucosa (o líquido edulcorante como la miel)
- 75 g cacao en polvo sin azúcar
- 55 g chocolate negro picado
Elaboración paso a paso
Base
- Forra un molde desmontable con papel sulfurizado. Mezcla las galletas en un robot de cocina (o aplástalas con un tenedor) y añade la mantequilla derretida. Mezcla bien y presiona en la base del molde para formar una capa uniforme de galletas. Mételo en el horno durante 10 minutos a 180°.
Crema
- Separa las claras de las yemas y blanquea la mezcla de azúcar y yemas de 7 a 10 minutos (la mezcla debe volverse espumosa y doblar su volumen). Bate las claras a punto de nieve. Reservar. En un tercer bol, bate la nata líquida (muy fría) hasta obtener una nata montada firme y añade el queso crema y la vainilla.
- Añade la mezcla de azúcar y yemas y remueve hasta que quede suave. Incorpora suavemente las claras batidas a punto de nieve. Por último, añade las virutas de chocolate.
- Coloca la crema sobre la base de galleta enfriada y congela durante al menos una noche.
- Mientras tanto, prepara la salsa de chocolate batiendo a fuego medio el agua, el azúcar, la glucosa y el cacao en polvo. Cuando hierva, añade el chocolate rallado y mezcla bien. Deja reposar unas horas antes de servir para que la mezcla espese.
- Saca las tartas de queso 30 minutos antes de comerlas y cúbrelas generosamente con salsa de chocolate.
Notas
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