Hace poco os hablé de mi amor por los desayunos. Aunque durante la semana suelo engullir un tazón de cereales industriales (que no son fantásticos, seamos sinceros), me encanta cambiar mi rutina y darme un pequeño capricho el fin de semana. Así que, después de las gachas de avena, quise probar otra receta para el desayuno que está apareciendo por toda la blogosfera: la granola casera.
Por extraño que parezca, tenía la idea de que iba a ser complicado, pero en realidad no lo fue en absoluto (sí, a veces puedo pasarme 4 horas con un pastel, pero alucino ante la idea de preparar una mezcla de cereales, no mires ahora…). Al final, ¡lo más difícil es decidir qué ponerle!
La granola, pues, es una mezcla de copos de avena cocidos al horno y cubiertos con lo que te apetezca: nueces, avellanas, almendras, frutos secos, chocolate, fruta fresca… Cada uno tiene su propia receta y puede añadir lo que quiera, un concepto que me encanta. Dependiendo de tu estado de ánimo y de lo que tengas en la nevera o en la alacena, puedes modificar la base para adaptarla a tus gustos. Como puedes ver en la foto, yo añadí avellanas y almendras al mío.
Empecé con una receta básica de Clotilde, del encantador blog Chocolate y calabacín (que consiguió que leyera una receta con la palabra «sin gluten» en el título, ¡lo que no fue nada fácil!)
No tiene nada de complicado ni de difícil: basta con mezclar todos los ingredientes y hornear durante unos treinta minutos.
Clotilde utiliza flor de sal en su receta y yo también, pero como no me gusta el agridulce, prescindiré de ella la próxima vez. Por lo demás, la receta es perfecta. Lo cubrí una vez con chocolate negro y otra con plátano fresco, probaré con frutos rojos la próxima vez.

Granola casera
Ingredientes
- 280 g copos de avena
- 170 g de nueces trituradas (avellanas y almendras para mí)
- 2 cucharadas aceite
- 6 cucharadas de miel sirope de arce, sirope de ágave o cualquier otro líquido edulcorante (para mí, sirope de ágave)
- 1 cucharadita especias molidas (mezcla de pan de jengibre para mí)
- 1 cucharadita flor de sal
- 1 cucharadita extracto de vainilla
Elaboración paso a paso
- Mezcla todos los ingredientes.
- Extiéndelos uniformemente en una bandeja de horno.
- Hornear a 150°C, removiendo regularmente.
- La mezcla estará lista cuando esté dorada, y se volverá crujiente al enfriarse.
- Añade frutos secos, chocolate o cualquier otro ingrediente que no se pueda cocer en el horno.