Hace unos días publiqué una receta de natillas. Puede que me vieras venir (o puede que sigas mis aventuras en Insta), pero el caso es que estas natillas eran una oportunidad para hacer un delicioso helado casero ¡en plena ola de calor! Y como Kenwood tuvo la amabilidad de prestarme una máquina para hacer helados (para salir en Cooking Chef) y una máquina para hacer helados, ¡pude probar ambas y te voy a dar una reseña ilustrada!
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Helado, sorbete, helado… ¿Cuál es la diferencia?
Así que empecemos por aclarar la diferencia entre los distintos nombres de helados:
- El sorbete es una mezcla de fruta, agua y azúcar. Un sorbete se llama «de fruta entera» si contiene al menos un 45% de fruta.
- El helado contiene al menos un 8% de grasa láctea (nata o leche). El helado etiquetado como «huevo» debe contener al menos un 7% de yema de huevo.
En todos los casos, el preparado (sorbete o helado) debe pesar al menos 450 g para 1 L de helado, es decir, una expansión de algo más del 50%.
Sea cual sea la preparación original, sirope o crema, el método para transformar el líquido en helado es el mismo. Se añade aire a la preparación al mismo tiempo que se enfría para cuajarla.
Helado casero en heladora
La heladera (al menos la heladera Kenwood y todas las que se basan en un robot de cocina) consta de un bol de doble pared que contiene refrigerante. Antes de utilizarlo, el recipiente debe guardarse en el congelador durante al menos 24 horas.

Cuando esté frío, engánchalo al robot de cocina y coloca la paleta. Cuando el robot de cocina esté en marcha, vierte el sirope o las natillas.

A medida que la paleta gire, incorporará aire y la mezcla empezará a expandirse. Tras 15-20 minutos, ¡el helado estará listo! ¡Aquí tienes un delicioso helado de vainilla de la isla de Reunión!


Helado de turbina
Con la turbina es un poco más sencillo. No hace falta pensar con antelación, basta con colocar los ingredientes en la cuba e iniciar el proceso de enfriamiento.

Si la preparación líquida no requiere cocción, es aún más sencillo porque puedes mezclarla directamente en el bol.

En cuanto al funcionamiento, la turbina contiene un compresor que genera frío. Esto evita la fase de «congelación», que no es desagradable (si, como yo, eres de esas personas que tienen que poner en marcha su idea de receta en un segundo ^^). También puedes utilizar la turbina para hacer una serie de preparaciones, mientras que con una heladora, una vez que el bol está frío, ¡ya está! Por ejemplo, ¡puedes hacer un helado de limón directamente!

¿Qué es lo mejor?
Como puedes ver en las fotos, ambos accesorios cumplen perfectamente su función. Sobre el papel, está claro que la turbina es mucho más práctica. Sin embargo, ¡tengo que protestar por su tamaño! Vivo en los suburbios de París y el espacio de mi cocina es claramente limitado (aunque mi piso no es ni mucho menos pequeño ^^). Así que, aunque la turbina sea más práctica, no me veo dedicando tanto espacio a un accesorio que sólo hace helados (quizá tampoco hago suficientes helados).
Así que, para mi uso personal, me decantaría por la #teamsorbetière. Pero si haces muchos helados y tienes espacio, ¡la turbina sigue siendo la mejor!
Enlaces a productos Kenwood si quieres echar un vistazo: